En
todo proceso educativo debe darse un equilibrio constante entre el desarrollo
de las aptitudes propias de cada persona, con su integración óptima en el
contexto en el que habita. Es decir al hablar de personas,
tenemos que tener en cuenta que somos singulares y únicos por nosotros mismos.
Somos iguales porque compartimos la misma naturaleza pero a su vez muy
diferentes ya que dependiendo de nuestra forma de pensar, actuar, etc., somos
personas individuales y singulares. De ahí la necesidad de la educación
teniendo en cuenta que el ser humano posee los siguientes rasgos:
Singularidad:
El ser humano aunque biológicamente seamos iguales, es decir tenemos los mimos
órganos y funciones vitales. A nivel psicológico somos únicos, no hay dos
personas iguales. Su finalidad educativa es la individualización y la
creatividad del individuo. Engloba las características individuales, las
actitudes, el modo de enfrentarse a cambios imprevistos, motivaciones,
necesidades e intereses que nos diferencian de los demás, a los que debe
adaptarse el proceso de enseñanza y aprendizaje. El ser creativo lleva
implícito un estilo educativo en el que se aprende por descubrimiento, lo cual
es más gratificante.
Autonomía:
Es el medio por el que cada sujeto debe adquirir las habilidades de gobierno de
sí mismos y de sus propias decisiones. Este rasgo irá apareciendo en el
individuo dependiendo del grado de madurez que podemos ir obteniendo a lo largo
de nuestra vida. Vivir de forma autónoma, activa, desarrollando todas nuestras
facultades y posibilidades. Siendo uno mismo, asumiendo las consecuencias de
tomar nuestras propias decisiones. La actividad
se produce de fuera a adentro, lo asumimos y lo integramos en nuestra forma de
ser, tarea del educador y de dentro a fuera, actuando sobre lo aprendido, e
introduciendo nuestro estilo personal. Debe ser activa dentro de la enseñanza.
Apertura:
El hombre vive en comunidad, necesita de otros para alcanzar un desarrollo
pleno de todas sus capacidades. Su finalidad es la socialización: la
singularidad es sinónimo de apertura, buscar el equilibrio individual y social,
logrando la autorrealización. La participación y la comunicación es uno de los
principios más demandados en los últimos tiempos. Ya que es fundamental y
necesario para el desarrollo personal y social del individuo. Desarrollar la
capacidad de diálogo, trabajo en equipo y colaboración, debe estar muy presente
en la educación.
Unidad:
Es una realidad multidimensional, la educación alcanza su pleno sentido en la
medida en que logra la educación integral de todas sus capacidades.
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